La educación en casa y sin escuela y sus modalidades

Por Martha Rebolledo

Al hecho de no llevar a los niños a una escuela para tomar las riendas de su educación en la familia se le conoce como homeschooling, término en inglés que significa, literalmente, “enseñanza en casa” (de home=casa y schooling=enseñanza). Esto en Estados Unidos tiene mucho sentido, puesto que existe legalmente la posibilidad de que las familias eduquen a sus hijos en casa con el respaldo de instituciones escolares y acreditadoras que reglamentan, vigilan y ayudan a que los padres enseñen una serie de contenidos a los niños. En algunos estados de ese país los controles son muy estrictos y en otros son muy ligeros. Sin embargo, está muy bien diferenciado el hecho de que el homeschooling se refiere, principalmente, a la enseñanza académica; aunque, obviamente, al recibir una educación en el seno familiar es mucho más sencillo para los padres el formar también valores, orientar a los hijos sobre sus aficiones en el arte o deporte, apoyarlos en su formación profesional y todo lo que implica realmente educar.

Sin embargo, en México no está tan claro el uso del término homeschooling, principalmente, porque al traducirse como “enseñanza en casa” se presta a muchas confusiones como:

  1. Llamar homeschooling al hecho de apoyar a los hijos en sus tareas o darles instrucción extraescolar, sin dejar de llevarlos a la escuela.
  2. Considerar que el homeschooling se refiere únicamente a la formación académica.
  3. Pensar que es un método de enseñanza o una modalidad de aprendizaje, cuando en realidad es un estilo de vida en el que se pueden combinar diferentes métodos y modalidades.
  4. Incluso algunas escuelas oficiales llevan en su nombre la palabra homeschooling porque alegan que desean que sus alumnos se sientan como en casa dentro del plantel educativo y entonces hablan de que la escuela es como su casa.

Estas confusiones provocan que las familias que desean iniciar en este estilo de vida se sientan abrumadas por la cantidad de informaciones erróneas que se encuentran en la red junto con el aluvión de artículos con información fidedigna, pero fragmentada.

De esa manera, hay familias que buscan un lugar para “inscribir” a sus hijos en esta modalidad, otras que se preocupan en exceso por las certificaciones, algunas que no se deciden porque no entienden nada y otras que deciden regresar a escolarizar porque se sintieron superadas por la exigencia de la sociedad hacia sus hijos.

Por ello, aquí les dejo una pequeña guía de qué es educar en casa y sin escuela en México, y las modalidades que de esto existen:

Modalidad En qué consiste
Homeschooling Es la modalidad original y más estructurada de todas, consiste en literalmente llevar la escuela a la casa con un currículo que marca los contenidos a revisar en los distintos periodos de tiempo, incluye planeaciones y formas de evaluación de los aprendizajes de nuestros hijos. Se lleva con horarios, libros, planes de estudios y certificaciones, que en México se hacen por medio de currículos extranjeros o del INEA. Hay algunas familias que son mucho más estrictas y apegadas a lo que es una escuela destinando un lugar específico para la enseñanza (una habitación generalmente) en el que se guarda el material didáctico, los libros, el portafolio de evidencias, se cuenta con un pizarrón y hasta con uniformes (los más apegados a que sus hijos vivan lo que es una escuela). Otras familias son un poco más flexibles en cuanto al lugar para enseñar, los horarios o las tareas, pero eso sí, siguen un currículo y se apegan a los tiempos para cubrirlo.
Unschooling Es una modalidad muy libre, puesto que no se basa en un currículo, sino en el interés del niño. Aquí no son los padres los que enseñan, sino el niño quien aprende. Los padres son facilitadores de experiencias de aprendizaje, pero no dan clases, no les ponen ejercicios, no les piden tareas. En esta modalidad las certificaciones no son importantes, lo más importante es que los hijos aprendan significativamente. Se deja en los hijos la decisión de certificar o no cuando sean adultos. No hay presiones con los tiempos, no hay contenidos mínimos que aprender, todo se hace con base en el tiempo de los hijos, en sus intereses, deseos y pasiones. Se les deja explorar y se pone un mayor énfasis a las enseñanzas de vida, como el que aprendan a cocinar, cambiar la llanta de un coche, no perderse en una ciudad, etc., es decir, aprendizajes que les ayudarán a sobrevivir, sin dejar  de lado lo académico, aunque repito que esto depende mucho del interés y deseo de cada niño.
Flexischooling Es un término acuñado por Laura Castellaro que comprende una combinación de las anteriores modalidades, cada familia elige cómo combinar los elementos, por ejemplo, puede ser que se guíen por el interés de los hijos, pero que se apoyen en libros para hacer actividades; o bien que sigan un currículo, pero sin presiones de tiempo ni fechas de entrega. Puede ser que alguna familia establezca horarios de clase, pero que sean flexibles, hay tantas combinaciones posibles como familias lo practiquen.

Sumadas a las modalidades anteriores existen otras que he querido poner por separado, porque o bien se desprenden a alguna de las anteriores o bien pueden llevarse juntamente con ellas. Estas son:

  1. Wildschooling (o radical unschooling). Es una forma más extrema de unschooling en la que igualmente se pone énfasis en despertar, fomentar y desarrollar la creatividad, curiosidad y alegría de los niños. La base es el juego libre y el salón de clases es la naturaleza. En el wildschooling el contacto con la naturaleza es muy importante, y los niños tienen una gran libertad de acción y decisión. Aquí es muy literal el hecho de que los hijos son autodidactas, el rol de los padres es cero invasivo y siempre preferirán que el niño o la niña descubra solo las respuestas a sus preguntas. Hay familias que en verdad lo llevan al extremo, como el caso de una madre que dejó a su hija en medio de la ciudad en que vivían con un mapa y dinero para que tomara autobuses y encontrara sola la forma de volver a casa, algo bastante radical para la mayoría de los padres.
  2. Worldschooling (o travelschooling). Es la educación que ofrecen las familias viajeras, hay familias que han decidido hacer del nomadismo su estilo de vida, ya sea por su tipo de trabajo o por decisión familiar, viven viajando y de esa manera ponen a sus hijos en contacto con otras culturas, otros idiomas, otra alimentación, la educación que se recibe de esta manera es multicultural, inclusiva y muy abierta. Generalmente el worldschooling es una forma de unschooling, pero algunas familias lo llevan como flexischooling porque incluyen algunas disciplinas que consideran básicas para el aprendizaje de sus hijos como los idiomas y llevan un currículo en ese sentido.
  3. Supraescolar. Esta no es una modalidad propiamente, sino como el propedéutico que toda familia debe tomar antes de decidirse a educar en casa y sin escuela. Creada por Priscila Salazar y su esposo, quienes diseñaron una forma diferente para educar a sus hijos que se basa en 4 premisas: 1) Cada quien es responsables de su propia educación (es decir, los hijos aprenderán aquello que desean, pero deben hacerse responsables por ello); 2) La motivación interna es el motor que mueve todo, pues cuando una persona está motivada buscará como lograr sus objetivos sin rendirse por los obstáculos; 3) Las relaciones son la base, puesto que una familia es fuerte conforme sus lazos sean sanos y estables, cuando el eje de la educación es la familia ésta debe ser capaz de comunicarse y apoyarse constantemente; 4) Cualquier herramienta es útil cuando hay un objetivo claro, esto porque para Priscila y su familia incluso la escuela sirve para lograr los objetivos, porque la escuela no es un enemigo a vencer, sino una opción viable de aprendizaje y descubrimiento en ciertas ocasiones.

Como puede verse hay varias modalidades de educación en casa y sin escuela, de acuerdo al Primer Censo de Familias que Educan sin Escuela en México, en el que participaron 620 familias de todo el país, un 48.55% de ellas practican el Flexischooling; un 27.42% practican Homeschooling; el 19.84% siguen el Unschooling, 3.71% no está seguro de qué modalidad practica y un 0.48% practica alguna otra de las modalidades aquí mencionadas.

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